Tendencia Infantil

jueves, 8 de abril de 2010

Estimulando la Motricidad


Las destrezas motrices suelen dividirse en dos grupos o niveles: la motricidad gruesa y la motricidad fina. Estimulando y ejercitando la motricidad fina ayudaremos al niño, sobre todo, a adquirir un buen control de los movimientos de la mano y de la coordinación ojo - mano necesarios para la escritura.


Estimulando la motricidad gruesa favoreceremos que conozca su cuerpo, que coordine y controle mejor sus movimientos. A continuación te presentamos algunos juegos y actividades que pretenden favorecer tanto la motricidad fina como la gruesa.



Dibujar y colorear siluetas


Cuando el niño ha adquirido cierta destreza para sujetar el lápiz, cualquier ocasión es buena para jugar con él a dibujar el contorno y la silueta de diferentes objetos. Estáis en el salón y el niño está aburrido. Busca unos folios y unos lápices de colores, no necesitas nada más.


Tu propia mano, un vaso, una cajita, algún adorno de los muchos que suele haber por el salón de casa... cualquier objeto con una forma clara y definida puede servir.

También puedes recortar tú misma figuras geométricas en un cartón o cartulina. Ayúdale si ves que le cuesta. Felicítale cuando termine y anímale a colorear las diferentes figuras. Cuando haya cogido cierta experiencia podéis hacer diferentes composiciones con los objetos.

Pisando huellas

Necesitas unas cartulinas, un lápiz y unas tijeras. Dibuja y recorta una huellas de pies lo suficientemente grandes como para que el niño pueda situarse con sus pies sobre ellas. (Sí, del tamaño de los pies del “Yeti” o de “Bigfoot” estará bien).
Con las huellas de cartulina prepara un pequeño recorrido por el pasillo y alguna habitación de casa. Sujeta bien las huellas de cartulina al suelo para que no se muevan al pisar sobre ellas.


Al principio pónselo fácil: más juntas y sin giros difíciles. ¡Y a jugar! Se trata de recorrer el camino que indiquen las huellas sin pisar el suelo. Cuando se pisa el suelo se vuelve a empezar. Progresivamente podrás aumentar la dificultad del recorrido separando las huellas o preparando giros imprevistos. Recuerda que si es muy difícil el niño puede frustrarse y cansarse, ayúdale a vencer las dificultades llevándole de la mano.

También se pueden hacer carreras para lo cual habrá que preparar dos caminos.

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